Son tumores vasculares, siempre benignos, y que prácticamente no crecen en el tiempo. Solo se tratan si afectan la visión por un desprendimiento de retina secundario.
Como la mayoría de las lesiones coroideas, no son específicos. Metamorfopsias (líneas torcidas), visión borrosa y luces son los síntomas más habituales.
No hay ninguna causa conocida y no son hereditarios. Muy raramente pueden estar asociados a otros tumores vasculares en el cuerpo.
Si afecta la visión se pueden tratar con distintos tipos de láser (infrarrojo, fotodinámico) con lo que en general se los controla.
No, porque son solo circunscriptos al ojo.
Si está ubicado en el centro de la retina, suele haber una pérdida de parte de la visión con el tiempo, que puede ser irreversible. Pero la mayoría de las veces es por desprendimiento de retina secundario, y responde al tratamiento.
No. Jamás se hace biopsia en estos casos, porque el diagnóstico de certeza es clínico y ecográfico.