La obstrucción lagrimal adultos consiste en un taponamiento del conducto por el que se eliminan las
lágrimas (lagrimales tapados). El trayecto normal de las lágrimas, luego de bañar el ojo, es a través de
finos conductos hacia la nariz.
La producción normal de lágrimas no se manifiesta en la nariz, pero cuando hay llanto, risa excesiva o una
irritación de los ojos, la formación de gran cantidad de lágrimas se refleja en la obstrucción nasal o
“nariz tapada”.
El principal síntoma es la caída de lágrimas por la mejilla, que se potencia con el frío y el viento.
Cuando el conducto se tapona en forma completa, las lágrimas se acumulan en el saco lagrimal y se
infectan. Por eso, el paciente presenta secreciones por la mañana y es más proclive a las
conjuntivitis. Si las lágrimas infectadas se acumulan a presión, puede producirse una dacriocistitis
aguda, infección del saco lagrimal que genera un intenso dolor y debe ser tratada con antibióticos.
Las personas alérgicas o que han sufrido una conjuntivitis viral aguda, pueden tener obstrucción de
los puntos lagrimales o canalículos, que son los conductos finos que llevan las lágrimas al saco
lagrimal. Cuando ellos se taponan, se produce lagrimeo intenso, pero sin secreciones ni infección.
La localización más habitual de la obstrucción es el canal lacrimonasal, un conducto por el que
transitan las lágrimas antes de llegar a la nariz. Este conducto está revestido por una mucosa. El
primer fenómeno que ocurre a este nivel es la inflamación, que produce una obstrucción parcial del
pasaje de lágrimas cuando hay viento o el clima está frío. Si el problema persiste, gradualmente la
cantidad de lágrimas acumuladas va en aumento y puede generar dificultad para leer a través de ellas,
o pueden caer abundantemente en las mejillas.
Algunas personas comienzan con este problema luego de un traumatismo o golpe en la nariz o la cara, y
suele tener su origen en una fractura que afecta ese canal. Existen otras causas que pueden producir
obstrucciones, pero son menos frecuentes. La mayoría de los pacientes presenta este problema sin causa
conocida.
Cuando se produce una aparición brusca del síntoma, en particular si ocurre después de una
conjuntivitis severa, puede tratarse de una obstrucción en los canalículos. Éstos son pequeños
conductos que llevan las lágrimas por dentro de los párpados hasta el saco lagrimal.
Las obstrucciones lagrimales en los adultos se solucionan quirúrgicamente. No es posible remediar este
problema en forma duradera con procedimientos no quirúrgicos. Los tres métodos existentes en la
actualidad, y que han probado una mayor efectividad:
- DCR o dacriocistorrinostomía
- CDCR u Operación de Jones
- Desobstrucción de puntos lagrimales con microcirugía
La elección del tipo de tratamiento depende del sitio exacto de la obstrucción. En la mayoría de los
casos, con la historia clínica y un examen completo en el consultorio es posible llegar a un
diagnóstico. Primero se colocan gotas coloreadas para determinar si realmente hay una obstrucción. Si
ella se comprueba, en general, se utiliza la irrigación lagrimal mediante una cánula especialmente
desarrollada para tal fin, que en forma no traumática permite pasar solución fisiológica a través de la
vía lagrimal y evaluar el grado de obstrucción y la localización de la misma.