Es un tumor maligno, muy poco frecuente, que se desarrolla dentro del ojo, debajo de la retina, en la capa vascular llamada coroides. Como todo tumor maligno, sin el tratamiento adecuado puede llevar a la pérdida del ojo y a riesgo importante de la propia vida.
Disminución de visión, visión deformada, visión de luces incluso en la oscuridad. Los síntomas pueden ser muy tardíos, por lo que la detección debería ser siempre con un fondo de ojo realizado en todos los controles oftalmológicos de rutina.
No hay ninguna causa conocida. La luz solar o la de pantallas electrónicas no influye. Es más frecuente en personas de piel y ojos claros.
El tratamiento más utilizado es la braquiterapia, que consiste en colocar, durante unos días, una placa radioactiva sobre el tumor, con lo que se controla alrededor del 95% de los casos tratados. Si el tumor es detectado tardíamente, la enucleación, o sea la extirpación del globo ocular, puede ser necesaria.
No, es fortuito y casi no existen casos familiares.
No. La radiación es muy localizada, y prácticamente no se extiende a más de 2 cm de distancia.
Al ser esta una enfermedad rara, hay muy pocos especialistas en el tema, por lo que es fundamental tratarse con un médico experimentado.